Una decena de gatos envenenados aparece en la zona de Puertas Coloradas
Los vecinos no perciben signos de violencia en los cuerpos de los animales. Los ciudadanos temen que los niños puedan intoxicarse si están echando veneno. El Ayuntamiento dice que va a investigar el asunto
Arancha Álvarez, una vecina de la calle Moncada, se encontró hace un par de días, en el huerto que hay entre su vivienda y el Centro de Cultura Contemporánea l'Escorxador, con cuatro cuerpos de gatos muertos en estado de descomposición. Según Álvarez, no presentaban ningún signo de violencia, por lo que todo apuntaba a que habían sido envenenados, «ya que es mucha casualidad de que mueran cuatro justo en el mismo lugar», precisó ayer a este diario mientras mostraba los cadáveres de los felinos, que todavía no habían sido recogidos por una brigada de limpieza.
Al parecer, no es el único caso que se ha dado en las últimas semana en esta zona. El presidente de la Asociación de Vecinos de Puertas Coloradas, José Gracia, alertó de que en dicha área de la ciudad habían detectado otros cuatro envenenamientos de gatos callejeros. Ni este representante del barrio ni la vecina de la calle Moncada sospechan quién puede haber tras este aparente ataque contra el mundo animal urbano. Lo único que quieren es la actuación del Ayuntamiento. Sobre todo, según subrayó la propia Arancha Álvarez, porque «aparecen envenenados en zonas donde juegan muchos niños, que pueden intoxicarse con ese tipo de productos. Además, tampoco está bien que se vayan matando seres vivos con esa alegría».
Álvarez aseguró que ayer se desesperó llamando al Consistorio para que, al menos, retiraran los cuerpos de los gatos. «Me empezaron a decir que tenía que presentar una denuncia en el Ayuntamiento y a la Policía, y a partir de ahí se podía abrir una investigación», manifestó indignada.
Al parecer, razón no le faltaba a los técnicos municipales. Fuentes de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas Baix Vinalopó puntualizaron que ése es el cauce para que se aborden estas situaciones, que también se suelen dar en otros puntos de la ciudad. «El problema es que el matarratas, que es uno de los venenos más habituales que se utilizan contra los gatos, es un producto que cualquiera puede comprar en una droguería», criticaron desde la agrupación animalista.
El concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, indicó que retirarán en breve los cuerpos de estos cuatro animales que se han encontrado junto a l'Escorxador. También remarcó que investigarán los hechos para confirmar si, realmente, existe un problema de envenenamientos en esa zona. «Sobre todo porque exterminar gatos de la calle es algo que está totalmente prohibido y por el peligro que puede suponer para los menores que juegan en esas calles», determinó el edil, que cree que estos sucesos pueden estar vinculados a algún desaprensivo harto de los felinos callejeros.
Carlos Sánchez recordó que el Consistorio acaba de invertir alrededor de 34.218 euros, aprovechando una subvención recibida, para esterilizar a la colonia de gatos de la calle de Elche, actuando sobre 142 machos y 333 hembras, a través de diferentes clínicas de la zona implicadas en la iniciativa.
Los vecinos no perciben signos de violencia en los cuerpos de los animales. Los ciudadanos temen que los niños puedan intoxicarse si están echando veneno. El Ayuntamiento dice que va a investigar el asunto
Arancha Álvarez, una vecina de la calle Moncada, se encontró hace un par de días, en el huerto que hay entre su vivienda y el Centro de Cultura Contemporánea l'Escorxador, con cuatro cuerpos de gatos muertos en estado de descomposición. Según Álvarez, no presentaban ningún signo de violencia, por lo que todo apuntaba a que habían sido envenenados, «ya que es mucha casualidad de que mueran cuatro justo en el mismo lugar», precisó ayer a este diario mientras mostraba los cadáveres de los felinos, que todavía no habían sido recogidos por una brigada de limpieza.Al parecer, no es el único caso que se ha dado en las últimas semana en esta zona. El presidente de la Asociación de Vecinos de Puertas Coloradas, José Gracia, alertó de que en dicha área de la ciudad habían detectado otros cuatro envenenamientos de gatos callejeros. Ni este representante del barrio ni la vecina de la calle Moncada sospechan quién puede haber tras este aparente ataque contra el mundo animal urbano. Lo único que quieren es la actuación del Ayuntamiento. Sobre todo, según subrayó la propia Arancha Álvarez, porque «aparecen envenenados en zonas donde juegan muchos niños, que pueden intoxicarse con ese tipo de productos. Además, tampoco está bien que se vayan matando seres vivos con esa alegría».
Álvarez aseguró que ayer se desesperó llamando al Consistorio para que, al menos, retiraran los cuerpos de los gatos. «Me empezaron a decir que tenía que presentar una denuncia en el Ayuntamiento y a la Policía, y a partir de ahí se podía abrir una investigación», manifestó indignada.
Al parecer, razón no le faltaba a los técnicos municipales. Fuentes de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas Baix Vinalopó puntualizaron que ése es el cauce para que se aborden estas situaciones, que también se suelen dar en otros puntos de la ciudad. «El problema es que el matarratas, que es uno de los venenos más habituales que se utilizan contra los gatos, es un producto que cualquiera puede comprar en una droguería», criticaron desde la agrupación animalista.
El concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, indicó que retirarán en breve los cuerpos de estos cuatro animales que se han encontrado junto a l'Escorxador. También remarcó que investigarán los hechos para confirmar si, realmente, existe un problema de envenenamientos en esa zona. «Sobre todo porque exterminar gatos de la calle es algo que está totalmente prohibido y por el peligro que puede suponer para los menores que juegan en esas calles», determinó el edil, que cree que estos sucesos pueden estar vinculados a algún desaprensivo harto de los felinos callejeros.
Carlos Sánchez recordó que el Consistorio acaba de invertir alrededor de 34.218 euros, aprovechando una subvención recibida, para esterilizar a la colonia de gatos de la calle de Elche, actuando sobre 142 machos y 333 hembras, a través de diferentes clínicas de la zona implicadas en la iniciativa.
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